Carmen Moreno trabaja en un parque en Sevilla y por mirar numerosos capítulos de la serie sabía los pasos a seguir para que no se contaminara la escena del crimen.
SEVILLA.- Una mujer que trabaja en un parque ayudó a que se pudiera resolver un crimen ya que por ser fanática de CSI, sabía como conservar las pruebas en el lugar del asesinato sin que se contaminaran.
Carmen Moreno aplicó las técnicas que aprendió mirando la serie y ayudó a dilucidar un brutal asesinato ocurrido en un parque español.
Una mujer de 31 años apareció en un concurrido parque de la localidad española, con varias pastillas en su bolso y una carta de despedida. En un comienzo todo apuntaba a que había sido un suicidio. Pero gracias a las pesquisas de una de las barrenderas del parque, se terminó descubriendo que fue un asesinato.
“Lo hice todo como sale en las películas, para que nada se contaminara”, comentó Carmen Moreno, quien hace 18 años trabaja limpiando el parque María Luisa. La mujer guardó cuidadosamente unos pañuelos con sangre que fueron claves para identificar al agresor. La fiscal del caso reconoció que no se hubiera podido resolver el crimen sin la meticulosa actuación de Carmen.
Según la reconstrucción, la víctima pasaba por una mala época. En la tarde del 23 de febrero había decidido terminar con su vida ingiriendo varias pastillas en una zona alejada del parque. Fue ahí donde se topó con F.M.S, un hombre de 46 años que, aprovechándose de su estado semi-inconsciente, la violó y le provocó heridas que le causaron la muerte.
La primera hipótesis fue que Sara había muerto a causa de sobredosis. “Lo extraño del caso es que llegaran a esa conclusión cuando toda la zona estaba llena de sangre”, señaló Carmen. Cuando el cadáver fue retirado, ella se encargó de limpiar la zona. “Detrás del banco donde se encontró el cuerpo había un montón de pañuelos con sangre. Aunque siempre los llevo, esa mañana no tenía guantes así que utilicé una bolsa para no tocar los restos y los metí en otra bolsa pequeña, blanca, a la que hice un nudo. Esa la introduje en otra mayor”, contó la mujer.
La autopsia finalmente reveló que las pastillas no habían matado a la joven y las pruebas biológicas establecieron la conexión entre los restos recogidos y el ADN de F.M.S, un individuo con antecedentes de violencia de género.
Desde entonces a Carmen se la conoce como “la limpiadora forense”. Fan incondicional de CSI (sobre todo del personaje de Gilbert Grissom) confiesa cuál es la mayor ilusión de su vida: Que alguien la invite a presenciar una autopsia en directo.